Toc 2009 de Solergibert, el vino que se dejaron en casa

Dije que hablaría sobre vino, y allá voy.

Comienzo por agradecer a quienquiera que fuese que se dejó esta botella en mi casa durante la última barbacoa rolera. Sara y yo la hemos descorchado sin ninguna compasión en cuanto hemos tenido oportunidad.

Se trata de una botella de Toc 2009, de las bodegas Solergibert. DO. Pla de Bages.

Ahí va nuestras notas de cata, que valen lo mismo que una etiqueta de anís del mono, pero puede ilustrar a alguien en algún rincon del mundo. Nunca se sabe.

Ojo: Corcho estupendo. Color picota con ligera expresión violàcea en el menisco. Dicho menisco, por cierto, es estrecho y poco transparente, así que nos lo hemos bebido en un punto bien juvenil y en buena conservación. Lágrima lenta. Tiene 13,5 % de alcohol. Potentillo, el señor Toc.

Nariz: Potente y algo confuso (fenólico) hasta que se abre a los pocos minutos, revelando puntos vegetales y un matiz de ciruela.

Boca:
Inmediata astringencia de carácter vegetal. Aparecen ligeros toques de regaliz y balsámicos. Brilla por su ausencia la referencia a frutas rojas o similares, que es lo que uno espera en el 99% de los tintos. Al parecer pertenece al 1% de los que se contentan con ofrecer una experiencia que recuerda más a un paseo entre vegetación salvaje.

Eso que queda: Toc nos ha parecido un vino complejo de entender. Gana muchísimo al actuar en maridaje ya que se despiertan nuevas sensaciones en boca al mezclarlo con la untuosidad del queso o el embutido.

No hemos encontrado otras referencias de cata de este vino, así que os trendréis que fiar.

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